Este fin de semana nos hemos estrenado en la Rodibook por todo lo alto en una edición que ha estado marcada por la lluvia y el consiguiente barro. Ya se preveía que podía ser épica, sobretodo porque Salva Echeverría, quien se encarga de hacer la ruta desde hace unos cuantos años y a quién conocemos de hace aún más tiempo, comentó en el briefing del viernes “está pensada para que no podáis acabar la ruta”. Esto no asusta a un dakariano como Isaac Feliu, pero sí a alguien con bastante menos experiencia, Carla, aunque ella sabía que iba muy bien acompañada del boss y también de alguien que de una manera u otra también forma parte de la familia de TwinTrail, Aleix.
TwinTrail ha estado allí gracias a Aprilia España, ya que ellos fueron los que nos propusieron participar en este multitudinario evento con unas Tuareg 660. Hace ya un tiempo que conocemos de primera mano esta moto Trail que lanzó al mercado el fabricante italiano y que nos está gustando mucho. Como todas las motos, no es perfecta, pero es una gran elección para un evento como la Rodibook.
El sábado nos levantamos sobre las 5 de la mañana, desayunamos en el hotel y al salir: ¡sorpresa! Lluvia y más lluvia! Nos cambiamos en la furgoneta como pudimos, finalmente elegimos equipación Trail con goretex y nos fuimos hacia la salida. El ambiente a esa hora – aunque aún era de noche – era brutal. Decidimos ir los tres juntos, se trata de un evento para disfrutar, no es ninguna carrera. Isaac y Carla cometimos el error de novatos de no haber encendido la luz del porta roadbook, pero Aleix nos guía en estos primeros km hasta que sale el sol.
Una de las mejores elecciones del día fue salir pronto, sobre las 7 de la mañana. Como en los rallys, cuanta más gente tienes por delante, más probabilidades tienes de encontrarte con problemas. Así que durante la mañana fuimos tirando bastante bien, a ritmo constante. Seguía lloviendo y estaba bastante tapado, pero aún así, estábamos disfrutando de los caminos y paisajes por donde nos llevaba el primero de los roadbooks. Tuvimos una primera encallada en una subida aparentemente sencilla pero ya sabéis que la lluvia y las piedras no son una buena alianza – y resulta que más tarde aquél fue uno de los puntos con más atasco de toda la Rodibook.
Nuestro truco era hacer el mínimo de paradas posibles. Cuando se para se pierde mucho mucho tiempo, aunque no te lo parezca. En una gasolinera aprovechamos para repostar y comer el bocadillo que nos había preparado la organización. A partir de ese momento, el roadbook de los participantes de la Ruta Off-road rookie y la Pro se juntaban, con lo que ahí empezamos a encontrarnos con más gente en ruta. Los rookies habían llegado hasta allí haciendo prácticamente todos los km por carretera, mientras que nosotros en la ruta Pro era prácticamente todo pistas.
A medida que iba pasando el día se empezaba a complicar la historia. Seguía lloviendo y a partir de cierto momento en algunas zonas el terreno empezaba a ponerse muy complicado. Barro, barro y más barro. Aquí solo aquellos con motos más ligeras y neumáticos tipo enduro pasaban sin problemas. Los demás, según la habilidad de cada uno 😉 Nosotros tuvimos alguna caída tonta, pero ya se sabe que estas son las peores. En una de ellas la moto no arrancaba. Al poner el punto muerto sí arrancaba, pero al poner 1a se paraba. Así que supimos rápidamente que era el sensor de la pata de cabra. Un poco más adelante, en una cuesta con unas cuantas motos por el suelo, otra Tuareg 660 de repente decidió no volver a arrancar. En esta ocasión no era por el sensor. Tanto barro había conseguido atascar el cable del encendido que pasa junto al carter y provocar que el encendido no funcionara correctamente. Gracias a uno de los riders que estaba allí también ayudando a levantar y empujar motos, le dimos un toque ese cable y la moto volvió a arrancar.
Estas aventuras y pequeñas averías solo se arreglan con la experiencia. Gracias a días como estos conocemos algo más las motos y nos hace ganar confianza, tanto en mecánica como en pilotaje.
Tras casi 14h sobre las Tuareg 660 el equipo TwinTrail acabó la Rodibook 2023. Pasamos los cuatro puntos de control y superamos la que seguramente ha sido una de las ediciones más duras y complicadas de este fantástico evento que organiza Rodi desde hace 12 años. Para nosotros también fue una oportunidad de reencontrarnos con amigos que vemos de vez en cuando en otros eventos como la Moto Madness desde hace ya muchos años. Así que queremos dar las gracias a Aprilia por habernos dejado las motos y animarnos a pasar un gran fin de semana en Vielha!